El espejo refleja todo lo que le colocamos al frente, si le colocamos todos los días un rostro serio, amargado con cara de pocos amigos ¿Que obtendremos? lógicamente algo que no queremos ni ver que despierta en nosotros emociones de rabia, rencor, resentimiento y todo lo que nos podamos imaginar. El amor no será parte de ese rostro que identificamos antes.
Los reflejos pueden cambiar si nos esforzamos por presentarle al espejo algo más bonito, más amable, carinoso, un rostro lleno de amor de agradecimiento. Para obtener cambios importantes en nuestra vida realicemos estos ejercicios faciles
- Al levantarse cada mañana dígase a sí mismo frente al espejo ¿Qué puedo hacer por tí hoy? ¿Cómo puedo hacerte felíz?
- Si durante el día te sucede algo desagradable, ve al espejo y dí "Te amo de todas maneras"
De esta manera estaremos enfrentando situaciones diarias y desagrables, pero las veremos desde otra perspectiva, y dejaremos de culparnos o criticarnos a nosotros mismos
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